martes, 28 de octubre de 2014

Adolescencia, alcoholismo y adicción al alcohol

En estos tiempos, es común ver noticias en las cuales adolescentes ingieren alcohol de manera excesiva. Si bien la gran mayoría de nosotros hemos tomado unas copas siendo jóvenes, es importante saber que un consumo continuo del mismo puede llevarnos hacia una adicción muy difícil de superar, sin importar la edad. Varios estudios han demostrado que consumir alcohol sistemáticamente y por grandes períodos de tiempo, genera daños irreversibles en el cerebro.



Un estudio reciente realizado en la Cátedra de Psiquiatría de la Universidad de California (ver artículo original aquí) ha demostrado que el consumir alcohol en exceso durante la adolescencia daña principalmente 2 áreas cerebrales de manera irreversible: El lóbulo frontal (encargado, entre otras cosas, de la toma de decisiones y control de los impulsos) y el hipocampo (encargado del aprendizaje y la memoria). Lo que se observó fue que jóvenes de 15 y 16 años que consumían alcohol en exceso más de 2 veces semanales, retenían un 10% menos de información que los que no tenían ese hábito.

Si bien tomar unas copas el fin de semana durante la adolescencia es relativamente normal dentro de nuestra sociedad, sobrepasarse todos los fines de semana (e incluso durante la semana) genera que de a poco se comience a depender del alcohol para pasarla bien, generando así un principio de adición. Hay adolescentes que si durante una noche no tienen acceso al alcohol, no la pasan bien o no se relacionan adecuadamente, indicando ya una cierta dependencia hacia el mismo. Si esto no es controlado, puede ocurrir que la situación se agrave, indicando ya un claro problema que si no se trata a tiempo, puede generar una adicción al alcohol.


¿Cómo puede uno darse cuenta si un adolescente presenta un problema con el alcohol?

Como primera medida no se debe estar obsesionado con el tema, pero si atento. Si el joven toma unas copas los fines de semana ocasionalmente cuando sale, no hay que preocuparse. No obstante si se observa que en su propia casa toma en exceso independientemente de si tiene compañía o no, si solo la pasa bien cuando ingiere, o toma antes de realizar alguna tarea diaria, hay que empezar a tomar cartas en el asunto.

Por último pero no menos importante está la negación. Si el adolescente niega rotundamente el tener un problema con el alcohol, y usted sabe que el mismo existe, es conveniente charlarlo calmadamente y de ser necesario buscar ayuda profesional. Recuerde que la adicción al alcohol es una de las más difíciles de superar, no solo por la facilidad con la cual se puede acceder al mismo, si no porque las causas que la desencadenan son tan variadas que no existe un método único como para combatirla.


3 comentarios:

  1. Interesante, pero cuál es la diferencia entre alcoholismo y adicción al alcohol?

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  2. Eduardo, acá le comparto un artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU en donde se habla de las diferencias entre ellos: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000944.htm

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    1. Gracias Carpe. Pero me refiero a que adicción no es lo mismo que abuso. Y que alcoholismo es lo mismo que adicción al alcohol.

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