El Mindfulness se refiere al proceso mediante el cual la persona
va entrenándose e implementando en su vida una forma de estar “aquí y ahora”. Se trata de ir disminuyendo “el piloto automático”,
casi omnipresente, y la nociva e insustancial vida inconsciente, que sólo nos
permite saber lo que hacemos, pero
ignorando la razón de nuestros pensamientos, emociones y actos.
Mindfulness sirve para aterrizar. Aterrizar desde la rutina y la
inconsciencia, desde el mundo inventado para poder seguir adelante y los
mecanismos de defensa que hemos creado para poder defendernos de la hostilidad. Aterrizar desde las emociones negativas como la ansiedad, la ira o la depresión
que nos arrastran tan a menudo y entorpecen o boicotean todo intento de
crecer y prosperar vitalmente.
Y aterrizar en el fomento de lo mejor de nosotros mismos: la capacidad de generar emociones positivas y controlar las negativas, la creatividad, las relaciones sanas, el insight o comprensión de lo que hacemos y por qué lo hacemos y, consecuentemente, el autoconocimiento.
Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness está
integrándose
a la Medicina y Psicología de Occidente. Es aplicada,
estudiada científícamente y por ello reconocida como una manera efectiva de
reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y
psicológicos asociados al estrés, mejorando el bienestar general. Aunque la
práctica de Mindfuless ha sido recientemente integrada a la Medicina y
Psicología de Occidente, se trata de una práctica muy antigua que se
origina hace más de 2500 años y constituye la esencia fundamental de las
prácticas Budistas.
Desde estas perspectivas, se está contemplando el mindfulness
como un complemento para el tratamiento
de los trastornos por abuso de sustancias, compatibles y asociadas o
insertas en psicoterapias de más amplio espectro, en especial en aquellas de
orientación cognitivo-conductual. Los procedimientos o técnicas mindfulness
ya han sido incorporados a distintas psicoterapias denominadas de tercera
generación, teniendo amplio éxito en tratamientos de estrés, dependencias a
sustancias psicoactivas, trastornos obsesivos compulsivos, trastornos de
alimentación, etc.
El objetivo al aplicar la atención plena y consciente en el ámbito
clínico es ayudar a los sujetos con conductas dependientes a sustancias, para que vean las cosas tal como son y en
vez de caer en un estado de culpabilidad y autodestrucción lograr un estado de
aceptación de la realidad para pasar a la responsabilidad de sí mismo.
Víctor Frankl decía “Entre el estímulo y la respuesta, hay un
espacio; en ese espacio reside nuestra capacidad de elegir una respuesta; en nuestra respuesta radica nuestra madurez
y libertad”. Las prácticas de Mindfulness aumentan la consciencia de ese
espacio y brindan la oportunidad de
responder eficazmente en lugar de reaccionar en modo automático y rutinario.
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