miércoles, 28 de agosto de 2013

Adiccion al trabajo: Un problema moderno

En estos tiempos tecnológicamente modernos, en los cuales cada vez cuesta mas "desconectarse" de la rutina diaria y el trabajo, comienzan a aparecer nuevos problemas de salud relacionados. Uno de ellos es la adicción al trabajo.



Si trabaja más de 50 horas a la semana, expertos lo catalogan a usted como un adicto al trabajo y, además, aseguran que esta adicción viene con un costo alto para su salud mental y física.

Todos hemos escuchado que la adicción al trabajo puede ser mala y contribuye al estrés, el que, a su vez, puede afectar nuestra salud cardiovascular, pero poco se ha investigado.

En la Universidad Estatal de Kansas,  la investigadora Sarah Asebedo quería conocer en realidad qué ocurre con estas personas adictas al trabajo. Junto con Sonya Britt y Jamie Blue, analizó los datos de un estudio longitudinal del Departamento de Estadística de EE. UU. que, desde 1979, realiza encuestas a más de 12.000 personas nacidas entre 1957 y 1964.

Los científicos encontraron que aquellas personas que trabajan más de 50 horas a la semana tienen una peor salud física, medida por el hecho de que se saltan más comidas que quienes llevan jornadas normales de trabajo. También hallaron que la salud mental de los adictos al trabajo era peor que la de los no adictos al trabajo, basados en los resultados de cuestionarios que midieron el nivel de depresión de los individuos.

No obstante, lo más curioso no es que el exceso de trabajo afecte la salud mental y física de las personas; lo sorprendente es que el adicto lo sabe y no le importa.

Según el estudio, que se publicará en setiembre en Financial Planning Review , hay una relación entre la remuneración y la adicción al trabajo. Las personas que ganan más dinero son más propensas a ser adictas. Además, el dedicar tantas horas al trabajo, deja al individuo con poco espacio para realizar otras actividades en las que podría gastar su dinero.

En el adicto al trabajo, el tiempo se convierte en un bien de mercado. Como una bola de nieve, mientras más escala la persona en la estructura de la empresa, más crece su adicción por trabajar.

Así, el daño del trabajo en exceso a la salud física y mental, no es algo que preocupe tanto al adicto, ya que es muy comun menospreciar estos sintomas o pensar que se deben a otra cosa y no al trabajo.

Si usted siente que tiene conductas similares, es conveniente consultar con un profesional idóneo en el tema relacionado con las adicciones.



viernes, 16 de agosto de 2013

La influencia de la arquitectura en la recuperación del paciente


El espacio físico influye en el cuidado médico a partir de aspectos ergonómicos, que pueden facilitar la actividad y el nivel de salud, fortaleciendo al paciente y la causa misma de la enfermedad, al protegerlo o exponerlo a contagios e infecciones. 

Un equipamiento de salud, debe por lo tanto atender a las necesidades técnicas y funcionales comprometidas en el cuidado integral de la salud. Además de esto, una necesidad que debe ser considerada en la búsqueda de la excelencia en la atención, y que recientemente ha cobrado gran relevancia, es el valor de la percepción subjetiva del espacio físico y su influencia sobre el paciente, el cuerpo profesional y los acompañantes o visitantes. Este concepto, que es llamado "Healing Enviroment", propone la optimización del entorno del cuidado del paciente, no sólo como un ambiente que le proporcione satisfacción y posibilidad de control sobre el entorno inmediato, sino que también disponga de un sistema de soporte social, que incluye el apoyo a los pacientes, la recepción de información de parte del paciente y la comunicación adecuada de su situación médica.

La influencia positiva del espacio en la recuperación de los pacientes, según estudios publicados por el Center of Health Design, organización estadounidense enfocada a la investigación y promoción del "Healthcare Design", significa una mayor satisfacción del paciente y un mejor índice de calidad percibido por los usuarios.




Para atender los objetivos del "Healing Environment", un estudio realizado en Inglaterra por la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Metropolitana de Manchester, recomienda que la arquitectura de los equipamientos de salud, cuando se enfoca a la percepción y necesidades de los pacientes debe, además de estar adecuada técnica y funcionalmente a la adecuada atención de la salud, proporcionar privacidad, soporte social, confort, opciones de control en el uso del espacio, acceso al ambiente externo, variedad de experiencias, accesibilidad y comunicación.

Los principios básicos arquitectónicos en los que se basa el Healing Enviroment son:

1. Proyectar espacios que proporcionen privacidad, dignidad y compañía, permitiendo que los pacientes estén solos o con otras personas según su deseo, controlando el nivel de privacidad tanto alrededor de la cama del paciente como en las áreas de espera.

2. Posibilidad de vista al exterior del edificio para los pacientes. Hay consenso en que el paciente que espera ansiosamente los resultados de un diagnóstico, se tranquiliza al poder distraerse contemplando una vista exterior. Igualmente, en un proceso en el que el tratamiento es más prolongado, exigiendo más larga permanencia, el proceso puede ser estimulado por la posibilidad de tener una vista lejana.

3. Diseñar un edificio que permita a los pacientes contacto con la naturaleza. De forma ideal y si el clima lo permite, este contacto puede ser físico y no sólo visual, debido a su efectivo resultado terapéutico.

4. Proporcionar confort a los ocupantes en sus espacios cotidianos y aún más importantes, que tengan control sobre algunos elementos definidores del espacio, tales como la iluminación y el sonido.

5. Crear espacios que tengan legibilidad espacial. Esto quiere decir que las personas puedan comprender el espacio y, por ejemplo, encontrar fácilmente su camino y moverse por el edificio casi que utilizando únicamente su 'mapa mental'. El diseño debe determinar la jerarquía de los espacios en la que las áreas de uso común y de uso privado estén claramente definidas, de manera que las entradas y salidas sean obvias y para que los diferentes espacios del edificio tengan diferentes identidades visuales.

6. Utilizar arte para agradar y animar a los usuarios del espacio hospitalario. Puede ser una pintura en la pared, una escultura o incluso elementos naturales trasformados en el paisaje o incluidos en los espacios interiores.


En CarpeDiem hemos estudiado el tema arduamente para optimizar los recursos medioambientales con un estudiado desarrollo de las fachadas, donde las formas adoptadas determinan la manera de tratar la acción climática.
Con respecto a las personas, está tratado desde la amigabilidad de las escalas de aproximación, como los espacios intermedios y los distintos elementos que separan y se suceden entre los edificios, el agua, las terrazas verdes, los patios secos, el parque, las galerías, componiendo desde la eficiencia energética, el uso racional del espacio, hasta la multiplicidad de usos. Se complementa con áreas recreativas, de labor, terrazas herbáceas y el emplazamiento de una huerta urbana que buscan sumar la arquitectura al proceso de reinserción, de nueva oportunidad para quienes asumen el desafío.


Para conocer nuestra sede, haga click aqui

lunes, 12 de agosto de 2013

El abuso de antidepresivos y ansiolíticos está asociado con la disfunción eréctil.

En la sociedad moderna, prácticamente todos nosotros conocemos al menos una persona que toma antidepresivos o ansiolíticos sistemáticamente para dormir, automedicandose crónicamente. Además de la adicción a los mismos, la cual es una adicción grave ya que tomarlos demasiado tiempo genera una dependencia muy fuerte, se le suma otro grave problema, la disfunción eréctil.




Una encuesta reciente revela que los tranquilizantes conocidos como benzodiacepinas y otros antidepresivos más antiguos estarían relacionados con un mayor riesgo de padecer disfunción eréctil (DE). "Definitivamente, esto confirma que los tricíclicos (antidepresivos) están asociados con la DE”, dijo el doctor Richard Balon, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Wayne State University.
Para conocer cómo están asociadas con ciertos medicamentos, el equipo de Varant Kupelian, de los Institutos de Investigación de Nueva Inglaterra, Watertown, Massachusetts, entrevistó a 2301 hombres sobre qué fármacos utilizaban y la función sexual.

Los autores definieron la DE con un puntaje de 17 o menos en una escala de autoevaluación de la firmeza de la erección, la fiabilidad y la satisfacción de 25 puntos.

Uno de cada cinco entrevistados tenían DE. Casi la mitad de los 60 hombres que habían tomado un antidepresivo tricíclico en el último mes tenían DE, comparado con un cuarto de los que no habían utilizado esos fármacos.

Los antidepresivos tricíclicos más comunes son la amitriptilina y las marcas Anafranil, Tofranil y Vivactil.
Tras considerar los factores de riesgo de la DE, como la edad y la enfermedad cardíaca, el equipo halló que los usuarios de esos fármacos tenían el triple de riesgo que el resto de padecer DE. Y los usuarios de las benzodiacepinas como Valium, Xanax, Klonopin y Ativan, que se utilizan para tratar la ansiedad, eran dos veces más propensos a desarrollar DE.

Hay que destacar que el estudio no prueba que estos medicamentos causen el trastorno sexual per se, que la DE promueva una alteración psiquiátrica o que, quizás, ambos problemas compartan una causa subyacente. "No podemos hablar de causa ni sabemos cuáles son los mecanismos que influirían o no en la función eréctil", dijo Kupelian.

Kupelian coincidió en que si bien estos resultados son convincentes, para confirmar la relación aun necesitan más estudios. "Estos son análisis exploratorios", dijo. Recomendó no utilizar los resultados para realizar recomendaciones terapéuticas y consideró que los hombres que estén preocupados por los efectos de sus medicamentos, conversen con el médico.



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martes, 6 de agosto de 2013

Confirman que la marihuana deteriora la capacidad cerebral


Como sabemos, la marihuana es una de las drogas llamadas “comunes” por su fácil acceso y precio. Lamentablemente es cada vez más la cantidad de gente que la utiliza pensando que es prácticamente inocua o que sus efectos son mínimos, sin embargo, recientemente se ha demostrado que el uso persistente de marihuana, particularmente entre adolescentes, deteriora significativamente y de forma irreversible las funciones cerebrales.



La investigación, una de las más amplias que se han llevado a cabo sobre este vínculo, siguió durante más de 20 años a un grupo de unos 1.000 jóvenes en Nueva Zelanda. El equipo internacional de investigadores encontró que los que habían comenzado a usar marihuana antes de cumplir los 18 años -cuando su cerebro estaba aún desarrollándose- mostraban una reducción "significativa" en su coeficiente intelectual.

El estudio, dirigido por la profesora Madeline Meier de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, analizó el impacto del uso de marihuana en varias funciones neuropsicológicas de 1.037 individuos nacidos entre 1972 y 1973.Los científicos siguieron a los participantes hasta que cumplieron 38 años. Ellos llevaron a cabo estudios cuando eran niños, antes de que empezaran a usar la droga, y posteriormente entrevistándolos de forma continua.

Para obtener los resultados los investigadores tomaron en cuenta factores como dependencia de alcohol o tabaco, uso de otras drogas y el número de años en educación. Lo que encontraron fue que los participantes que habían usado persistentemente marihuana mostraban un "amplio deterioro" en varias áreas neuropsicológicas, como funcionamiento cognitivo, atención y memoria.

Los individuos que usaban la droga de forma persistente  -la habían fumado al menos cuatro veces a la semana año tras año durante su adolescencia, sus 20 años y, en algunos casos, sus 30 años-  mostraron una reducción en su coeficiente intelectual (CI). Entre más fumaba el individuo, mayor la pérdida en el CI, dicen los científicos. Además, el efecto fue más marcado en aquéllos que comenzaban a fumar marihuana siendo adolescentes.

Uno de los puntos mas importantes del estudio fue demostrar que el daño era irreversible. Al dejar de usarla o reducir su uso no lograron restaurar completamente su pérdida de CI. Por lo que se concluyó que el daño es permanente.


Deterioro evidente.

El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), Actas de la Academia Nacional de Ciencias, dice que "el uso persistente de marihuana durante 20 años estuvo asociado con un deterioro neuropsicológico, y el mayor deterioro era más evidente entre los usuarios persistentes".

"Colectivamente, estos resultados son consistentes con la especulación de que el uso de marihuana en la adolescencia, cuando el cerebro atraviesa su desarrollo crítico, puede tener efectos neurotóxicos", dicen los autores.

Robin Murray, profesor de psiquiatría del King's College de Londres, que no participó en la investigación, le comenta a la BBC que el estudio es "una investigación extraordinaria". Éste es probablemente el grupo de individuos que ha sido más intensamente estudiado en el mundo y, por lo tanto, los datos son muy buenos. Hay muchos informes anecdóticos de que los usuarios de marihuana tienden a ser menos exitosos en sus logros educativos, matrimonios y ocupaciones. Este estudio ofrece una explicación de porqué puede ocurrir.

En el futuro, será muy importante replicarlos para poder iniciar campañas públicas de educación para la gente conozca estos riesgos.

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