lunes, 27 de junio de 2016

El consumo de metanfetaminas genera una vejez prematura



En los últimos años, el abuso de metanfetaminas ha aumentado considerablemente, sobre todo en países industrializados. Como hemos visto anteriormente, los efectos principales del consumo de estas sustancias son una combinación de euforia, energía, disminución de fatiga y reducción de apetito.

Gracias a sus potentes propiedades adictivas, el consumo de esta sustancia aumenta considerablemente con el tiempo y siempre es necesario consumir mayor cantidad y más frecuentemente para obtener el mismo efecto. Asimismo, la falta de consumo en una persona adicta puede generar una catarata de síntomas negativos, tales como ataques de pánico, psicosis y alucinaciones.

El mecanismo por el cual estas acciones se llevan a cabo es conocido. Básicamente, la metanfetamina actúa en el sistema nervioso central, interrumpiendo la captación de diferentes neurotransmisores, tales como la dopamina. En una persona que ha consumido durante mucho tiempo (meses/años), estas alteraciones neuroquímicas generan daño permanente en el cerebro, especialmente en estructuras que poseen receptores de dopamina, lo que explica los problemas cognitivos y emocionales que las personas adictas a la metanfetamina poseen. Además de ser neurotóxicas, la metanfetamina genera daños en todo el cuerpo de la persona, siendo evidente por ejemplo, la putrefacción/caída de piezas dentales o arrugas en la piel. 
 
Estudios post-mortem de personas que fueron adictas a la metanfetamina, han demostrado que los sujetos habían generado en su organismo, además de los cambios en la parte “visible” del organismo, varias patologías de personas de edades mayores, tales como arterioesclerosis, fibrosis pulmonar e hígado graso, entre otros.

Un estudio reciente ha demostrado que la metanfetamina acelera la biosíntesis de ceramida, aumentando la velocidad en las cuales células normales pasan al estado de senescencia. Esta molécula juega un rol destacado en la división celular. Su rol es importante cuando se debe pasar una célula del estado replicativo (normal) al estado de senescencia (sin dividirse). 

En este estudio se les brindo a una serie de ratones una cantidad determinada de metanfetamina por un tiempo determinado. Lo que se observó fue que luego del consumo las células disminuían su replicación, se alteraba su forma normal y aparecían moléculas típicas de la senescencia. También se encontraron ciertas alteraciones genéticas, principalmente en tejido de musculo esquelético y en tejidos periféricos. Es interesante remarcar que estas alteraciones son las encontradas en personas de avanzada edad en condiciones normales.

De esta manera queda demostrado que el aumento de biosíntesis de ceramida en el cuerpo de una persona adicta podría ser uno de los responsables en la aparente vejez acelerada por el consumo de estas sustancias. Además, numerosos estudios anteriores han relacionado diversas patologías de la edad, tales como arterioesclerosis como fibrosis pulmonar, con un aumento de biosíntesis de ceramidas en el cuerpo.




Estos datos sugieren entonces que uno de los responsables de la aparición de los prematuros síntomas de la vejez en las personas adictas a la metanfetamina podría ser debido al aumento de biosíntesis de ceramidas, lo que altera el comportamiento celular normal, llevando las células a la senescencia de manera acelerada. 



lunes, 6 de junio de 2016

Pastillas para adelgazar, que son y cuáles son los riesgos de su consumo

Es común ver en diferentes medios, sustancias “milagrosas” que hacen bajar de peso rápidamente, sin problemas, de venta libre y sin efectos secundarios. Si bien es verdad que existen sustancias para bajar de peso, su toma debe ser siempre supervisada por un médico especializado, y solo en casos donde sea realmente necesario, dado que estas sustancias interfieren con el funcionamiento normal del cuerpo.
 
Por ejemplo, las pastillas que poseen la sustancia sibutramina aumentan los niveles de serotonina y norepinefrina, acelerando la sensación de saciedad, y las que poseen orlistat previenen que se adsorba grasa en el intestino. Es importante destacar que sin importar como estas pastillas ejercen su función, solo ayudan a bajar de peso si la persona acompaña el consumo con una dieta equilibrada armada por un médico nutricionista que acompaña el tratamiento. Además, muchas de estas pastillas poseen anorexígenos (drogas que actúan sobre el sistema nervioso para producir una disminución de apetito). Algunos efectos secundarios reportados por la toma de estas pastillas son hipertensión arterial, pulso elevado, mareos, insomnio constipación, dolor de cabeza y dolores de garganta, entre otros. 
 
Un punto importante, es que muchas veces estas se combinan con tranquilizantes para calmar la angustia que produce en el paciente la aparente falta de resultados (ya que no son inmediatos). Pero, como hemos indicado anteriormente (ver aquí), estas sustancias también pueden producir adicción. Existen también otras sustancias utilizadas que son similares a las anfetaminas, las cuales si bien dan resultados más “rápidos” no son aconsejables dado su gran poder aditivo y los cambios severos de personalidad que la toma de estas sustancias trae asociada. 
 
La exigencia de resultados inmediatos, o la frustración por la falta de éstos, puede llevarnos a la adicción a estas sustancias o a caer en otros desordenes alimenticios tales como la anorexia o bulimia. Incluso se han reportado varios casos de muerte por sobredosis de pastillas para adelgazar (ver aquí), dado que las mismas como hemos mencionado interfieren con la homeostasis del organismo.


 
Con esto no queremos decir que no deben consumirse en absoluto, solo que, así como los ansiolíticos o sustancias similares, su toma debe ser supervisada por un profesional del área y no basarse en el tratamiento de una persona conocida o peor aun, automedicarse.