miércoles, 28 de octubre de 2015

Desordenes alimenticios y dependencia a sustancias, una peligrosa combinación

Es sabido que los trastornos de la conducta alimentaria (Anorexia, Bulimia, etc), pueden traer asociado el consumo de otras sustancias tóxicas, principalmente para calmar la ansiedad generada por dichos trastornos. En los últimos años, se ha incrementado el número de personas que poseen estos trastornos, sumado a esto se ha encontrado que los mismos comienzan a edades cada vez mas tempranas, siendo la presión social uno de los factores mas importantes entre los desencadenantes. 
 
Los riesgos de esta combinación son evidentes. Sumado a los propios riesgos a la salud que poseen los desordenes de alimentación, debe sumarse la problemática generada por el consumo de sustancias que disminuyen la ansiedad (por ejemplo psicofármacos) o que suprimen el hambre (por ejemplo la cocaína). Hace tiempo se conoce ya la asociación entre el consumo de sustancias y desordenes alimenticios, llegando además a hipotetizarse teorías en común respecto al origen de esta combinación de patologías. Lamentablemente el tratamiento de esta combinación de patologías es muy complicado, el cual debe ser tratado por múltiples profesionales, abordando dicho problema desde todas las aristas existentes. 
 
Debe tenerse en cuenta que si bien existen tratamientos para los desordenes de alimentación, siempre existe el riesgo de una recaída. La recuperación completa usualmente requiere un tratamiento a largo plazo, asi como también un compromiso fuerte de parte del invididuo. Es muy necesario que los miembros de la familia y otros seres queridos, además de los profesionales a su cuidado, apoyen incondicionalmente a la persona. Ha sido demostrado que el apoyo sentimental y la conexión con el profesional minimiza en gran manera el riesgo de una recaida.



 
En CarpeDiem, trabajamos con la persona de manera integral, abordando todas las posibles causas por las cuales existe dicha dependencia. Cada persona posee un tratamiento acorde a sus necesidades, siendo este un tratamiento dinámico, cambiando acorde a las necesidades en cada momento. Nuestra finalidad es lograr su deshabituación, rehabilitación y reinserción en la Sociedad.

sábado, 17 de octubre de 2015

Alcoholismo, un enemigo omnipresente

Estimados,

Les compartimos una nota que ha salido en el día de hoy en el diario Clarin titulada "Alcoholismo, un enemigo omnipresente"

 (haciendo click en la imagen podrá verla en su imagen original)


Esperemos que les sea de interes.

 

viernes, 2 de octubre de 2015

La Automedicación con psicofármacos, un mal creciente

Si bien los medicamentos actuales representan un poderoso instrumento para el tratamiento y control de diferentes patologías, su uso indebido puede transformarlos en un arma peligrosa, ocasionando grandes daños tanto a nivel físico como psíquico. Si aun en los casos en que el consumo de ciertos medicamentos se realiza bajo indicación médica existen riesgos, la automedicación es una conducta que potencia peligrosamente producción de los mismos.

Cuando un especialista receta un medicamento, este lo hace dentro de un marco estrictamente estudiado, dentro de un tratamiento especifico para esa persona, con una dosis y un tiempo determinado. En cambio, la automedicación aísla el medicamento y lo disocia de su integración a una estrategia de tratamiento. Una serie de estudios sobre la automedicación demostró que el tipo de psicofármaco más utilizado es el bromazepam, seguido por el diazepam y luego alprazolam y clonazemam. Tomando en cuenta que en la actualidad se receta en mayor propocrion alprazolam y clonazepam, es probable que el consumo actual de bromazepam revele la continuación de una medicación indicada años atrás y que aún persiste. [1]

En Capital Federal, un estudio realizado en el año 2005 demostró que el 30% de los consumidores de psicofármacos los consumía sin indicación de un profesional médico. [2]



Es importante destacar que todos estos medicamentos tienen el potencial de causar adicción y este riesgo aumenta cuando se abusa de ellos (ver aquí). Además, como es el caso con otras drogas, el abuso de los medicamentos con o sin prescripción médica puede alterar el juicio y la capacidad para tomar decisiones, lo que puede llevar a comportamientos peligrosos como tener prácticas sexuales de riesgo, conducir o tener tendencias suicidas. 



[1] Jorge A. Franco, Cristina Pecci. La automedicación, una nueva epidemia silenciosa, Vertex, Rev Arg Psiquiat. 2007, Vol XVIII : 23-32.

[2] Leiderman E., Mugnolo J.Bruscoli N., Massi J. Consumo de psicofármacos en la población general de la ciudad de Buenos Aires. Vertex, Rev Arg Psiquiat. 2006, Vol XVII : 85-91.