domingo, 16 de febrero de 2014

El abuso de medicamentos con y sin prescripción médica

El abuso de medicamentos de prescripción es el uso de un medicamento sin la receta médica correspondiente, de una manera distinta a la prescrita, o para lograr la experiencia o los sentimientos que provoca. De acuerdo con varias encuestas nacionales, los medicamentos de prescripción, como los utilizados para tratar el dolor, los trastornos de déficit de atención y la ansiedad, se están abusando entre los consumidores de drogas ilícitas a una tasa sólo superada por la marihuana. Las consecuencias de este abuso han ido en constante deterioro, lo que se refleja en el aumento de las admisiones a tratamiento, las visitas a salas de emergencia y las muertes por sobredosis.

A menudo se cree que los medicamentos, sean de prescripción o de venta libre, son menos peligrosos que las drogas ilícitas, pero esto sólo es cierto cuando se toman exactamente como fueron recetados y para el propósito recetado o recomendado. Cuando se abusa de ellos, los medicamentos con o sin prescripción médica pueden ser adictivos y poner a quienes los toman en riesgo de otros efectos adversos para la salud, incluyendo la sobredosis, especialmente cuando se combinan con otras drogas o alcohol. 




Los medicamentos con o sin prescripción médica se pueden abusar de cualquiera de las siguientes maneras:

Tomando un medicamento que fue recetado para otra persona. Al desconocer el peligro que implica el compartir medicamentos, las personas a menudo contribuyen a esta forma de abuso compartiendo con algún familiar los analgésicos que no han usado.

Tomando el medicamento en una dosis más alta o de una manera diferente a la recetada. La mayoría de los medicamentos con prescripción médica se distribuyen en tabletas para tomar por vía oral, pero las personas que abusan de los medicamentos algunas veces los trituran e inhalan el polvo o lo disuelven y se lo inyectan. Esto acelera la entrada del medicamento a la corriente sanguínea y al cerebro, aumentando su efecto.

Tomando un medicamento para un fin diferente para el que fue recetado. Previo a recetar un medicamento, el médico realizó una evaluación del paciente y en base a la problemática encontrada recetó un medicamento para paliar el problema encontrado. Tomar un medicamento con una finalidad distinta puede no solo no hacer efecto si no incluso generar efectos negativos al cuerpo del paciente.


Aunque muchos medicamentos pueden ser objeto de abuso, las tres siguientes clases de medicamentos son las que se abusan con más frecuencia:


  • Los opioides, que generalmente se prescriben para tratar el dolor;
  • Los depresores del sistema nervioso central (SNC), que se utilizan para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño; y
  • Los estimulantes, que son recetados con más frecuencia para el tratamiento del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH, también conocido como ADHD, por sus siglas en inglés).


Todos estos medicamentos tienen el potencial de causar adicción y este riesgo aumenta cuando se abusa de ellos. Además, como es el caso con otras drogas, el abuso de los medicamentos con o sin prescripción médica puede alterar el juicio y la capacidad para tomar decisiones, lo que puede llevar a comportamientos peligrosos como tener prácticas sexuales de riesgo, conducir o tener tendencias suicidas.


Como hemos visto, el abuso de estos medicamentos es mas común de lo que se cree. Incluso la persona adicta puede no darse cuenta de su adicción. Es por ello que debemos estar alerta. Si observamos a un conocido que toma medicamentos de una manera anormal, es conveniente tomar cartas en el asunto.

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