martes, 12 de agosto de 2014

La relación entre los trastornos de alimentación y la adicción a sustancias



Los trastornos de alimentación, son trastornos complejos de diferentes naturalezas y con graves consecuencias, lo que ha despertado el interés de muchos investigadores. No solo por las graves alteraciones físicas que provoca, sino también por la potencial relación que guarda con varios síntomas psiquiátricos, incluyendo el uso de drogas, tanto legales (ansiolíticos) como ilegales (cocaína). Ver más adelante en este mismo trabajo.

Si bien estos trastornos pueden aparecer tanto en hombres como mujeres de cualquier edad, se ha encontrado que las mujeres en la adolescencia son las personas que poseen mayor riesgo de generar estos trastornos de alimentación junto con adicciones.

Estando las adolescentes tan socialmente “marcadas” por lo que se dice que es un “cuerpo ideal”, las posibilidades de que las mismas adopten ciertas conductas alimentarias anómalas para intentar controlar su peso gracias a su insatisfacción con su imagen corporal y expectativas de lograr el “peso ideal” (generalmente situado por debajo del real), pueden actuar de incentivo para utilizar sustancias adictivas, tales como antidepresivos, cocaína (ambos disminuyen el deseo de comer), e incluso anfetaminas o eutimizantes anorexigenos (ej. Topiramato). Ya se han reportado numerosos estudios a nivel internacional en el cual afirman que la probabilidad de que mujeres adolescentes consuman dichas sustancias es más alta cuando existen indicadores de trastornos alimentarios.




En un importante estudio realizado en 2283 mujeres y 1982 hombres jóvenes, se encontró que la dependencia de sustancias tales como estimulantes se asociaba significativamente, en las mujeres, con indicadores de trastornos alimentarios, no obstante en este estudio se determinó que la dependencia a estas drogas también ocurría en el contexto de otros padecimientos psiquiátricos adicionales. [1]

Otros investigadores han encontrado que el uso de sustancias adictivas aumenta potencialmente cuando la persona posee una conducta alimentaria de riesgo [2]. Estos datos son coincidentes con otros trabajos [3] en los cuales se demuestra que los pacientes que poseen trastornos alimentarios frecuentemente tienden a utilizar sustancias legales e ilegales para disminuir el apetito, o incluso utilizan dichas sustancias (ansiolíticos, cocaína) como un medio para enfrentarse a la preocupación generada por este aparente problema de peso.

Siendo que está científicamente comprobada la relación entre trastornos de alimentación con la adicción a sustancias, es muy importante tomar conciencia de que el problema es más grande de lo que se puede estimar, ya que no solo se puede ver comprometida la integridad física, sino también la integridad psiquiátrica permanentemente.


Fuentes:

[1]. Schuckit Ma, Tipp Je, Anthenelli Rm, Bucholz Kk, Hesselbrock Vm, Nurnberger Ji: Anorexia nervosa and bulimia nervosa in alcohol-dependent men and women and their relatives. Am J Psychiatry. 153:74-82, 1996

[2]. Krahn Dd, Demitrack M, Drewnoski A: The relationship between dieting severity and bulimic behaviors to alcohol and other drug use in young women. J Subst Abuse. 4:341-353, 1992.

[3]. Holderness Cc, Brooks-Gunn J, Warren Mp: Comorbility of eating disorders and substance abuse. Review of the literature.  Intl J Eat Disord :16:1-34, 1994

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